A medida que atravesamos la transición a la menopausia, experimentamos fluctuaciones hormonales caracterizadas por síntomas como sofocos, baja libido, sequedad vaginal y más. Encontrar una terapia para estos síntomas no siempre es fácil, y saber qué es lo correcto puede resultar abrumador. En Neopausia, nuestros proveedores de atención médica recetan Terapia Hormonal. Esta terapia implica el uso de estrógeno y progestágeno (cuando corresponda), así como otros como suplementos como DHEA, para restaurar los niveles hormonales en descenso que causan tus síntomas.
![](https://static.wixstatic.com/media/11062b_207434a443ee4baf8153b31cdb731a4e~mv2.jpg/v1/fill/w_1480,h_986,al_c,q_85,usm_0.66_1.00_0.01,enc_auto/11062b_207434a443ee4baf8153b31cdb731a4e~mv2.jpg)
Existen muchos conceptos erróneos sobre la Terapia Hormonal que pueden impedir que mujeres como tú reciban ayuda real con resultados duraderos. Entender los hechos sobre la Terapia Hormonal puede ayudarte a decidir cómo quieres avanzar con tu tratamiento.
La menopausia no tiene por qué significar una pérdida de control. Aprende más sobre cómo la Terapia Hormonal podría ayudarte a controlar tus síntomas de la menopausia. En Neopausia, nuestros médicos están listos para abordar cualquier pregunta o inquietud que tengas y ayudarte a determinar si la Terapia Hormonal es adecuada para ti.
Si quieres ir un paso más allá
Si buscas profundizar esta información, revisa nuestro curso online: Menopausia sin Misterios que te dará un buen entendimiento de todos los cambios hormonales que ocurren en esta etapa de transición, síntomas y sobre todo alternativas de manejo integrales y multidisciplinarios.
Si buscas apoyo de una ginecóloga especialista para revisar tu caso y alternativas de terapia y manejo encuentras una cita online con nosotros dentro de los próximos 7 días.
Y si quieres conversar y recibir guía para tu situación vía Whatsapp, te leemos, no tiene costo.
Este artículo es sólo para fines informativos y no constituye asesoramiento médico. La información contenida aquí no reemplaza el consejo médico profesional. Siempre habla con tu médico sobre los riesgos y beneficios de cualquier tratamiento.